lunes, 16 de marzo de 2009

Entrevista con Mari Patxi

II Trobada Diocesana de Famílies amb Fills a la Catequesi.

Mari Patxi Ayerra Rodríguez vive en Madrid, casada con tres hijos y cuatro nietos. Es animadora de grupos, catequista, terapeuta y escritora, trabaja como formadora en la Escuela de Cáritas y en centros culturales. Transmite lo que aprende, vive y sabe en escritos, charlas y conferencias. Difunde sus artículos en revistas como: Sal Terrae, Catequistas, Misión Jóven, Humanizar, Fronteras, RS21, etc. Tiene un interesante currículo como creyente. Ha publicado una veintena de libros como: “La Vida Compartida”, “El regalo de la Sexualidad”, “Juntos somos más que dos”, “Querido Dios”, “Cartas a una Cristiana Casada”, “Regálame más Corazón”, “La oración de Adviento”, Cuaresma y Pascua, entre otros. De lo que más orgullosa está es de una baraja de 50 BENDICIONES DE LA MESA, y de una colección de 13 libritos, con una oración para los 365 días del año, titulada HABLO CON DIOS CADA DIA, que acaba de publicar P.P.C., y que escribió para que sus nietos rezaran diariamente. Por lo que podemos decir, que es un lujo, tenerla en el encuentro de familias, que se celebrará este domingo día 15, en el Recinto Ferial de Mercadal.

1 ¿Que viene a aportar Mari Patxi a este encuentro de familias con hijos a la catequesis?
Simplemente pretendo compartir con otros creyentes mi inquietud por contagiar la fe, con ilusión, como propuesta de felicidad para el ser humano. Creo que la catequesis es una tarea profética que brota de alguien que tiene experiencia de Dios, y siente la necesidad de compartirla, para que otros también la disfruten.


2 ¿Que papel tiene la familia en la catequesis?
Creo que es esencial la transmisión de la fe en la familia, que es un valor que se contagia en el vivir cotidiano de la vida familiar, desde los primeros años de la vida de la persona y queda ahí, en los adentros, para toda su vida. Luego la catequesis complementará la que la familia haya sembrado en los niños. Claro que, si hay familias que no son creyentes, es la catequesis la que tendrá que plantar en esos niños la semilla del conocimiento de Dios y hacerle disfrutar de la experiencia de sentirlo en su vida. Por eso ser catequista es un trabajo precioso y apasionante, para el que hay que prepararse y ser una persona que crea en el ser humano y que se deje dinamizar por el Espíritu, para hacer el trabajo juntos.


3 ¿Deberían los padres recibir una catequesis de adultos, antes de que fueran sus hijos a catequesis?
Pues yo creo que sí, porque algunos padres no saben cómo contar a sus hijos quién es Dios; otros se han quedado en el “Jesusito de mi vida” y les faltan argumentos para dar razones de su fe; y algunos tienen el concepto de que ser cristiano es solo un conjunto de normas y ritos, vacíos de sentido, en vez de ser una manera de vivir en el amor a uno mismo y a los demás como hijos de Dios y así construir juntos un mundo de auténticos hermanos.

4 ¿Una catequesis de adultos debería empezar, cuando una pareja se casa?
No tiene por qué comenzar al casarse, lo que sí puede ocurrir es que el cursillo prematrimonial, si es actual y atractivo, puede ser una oportunidad de reencuentro con el Señor, para algunos jóvenes que abandonaron la fe, que les reentusiasme con el seguimiento de Jesús y su propuesta de Vida plena.
Yo creo que por eso es algo que tenemos que cuidar mucho para no perder esa oportunidad de contagiar la experiencia de Dios que ayuda a vivir mejor a cada persona, en pareja, en familia y en la sociedad. Pero siempre es buen momento para crecer en la fe, formándose más y conociendo más el evangelio, para vivir la vida con Dios, que la hace más fácil y la llena de sentido y de misión.


5 ¿Catequesis familiar paralela, padres e hijos a la vez si o no? Pues es una bonita manera de vivir juntos el seguimiento de Jesús, cuando los niños ven que sus padres siguen planteándose el ser cada día más cristianos, es decir, más personas, más humanos, más justos y más felices, según las pistas que Dios nos da a su gente.
Yo he comprobado que los padres, que por los hijos hacen lo que sea, muchas veces crecen en la fe, al comprobar el tesoro que están ofreciendo a sus hijos y que, algunos tenían adormilado en el insconsciente, por dejadez, por las prisas de la vida, o simplemente por que nadie les había hablado de cómo se vive la vida acompañado de Dios y de su gente.


6 ¿Que perfil debe tener el catequista de Hoy?
Yo creo que el catequista de hoy debe ser alguien que tiene comunicación profunda con Dios, que está entusiasmado con su proyecto, que intenta vivir como Jesús y que siente la necesidad de contarlo a los hermanos, para que también vivas felices. Pero tiene que ser alguien experto en el ser humano, que hable el lenguaje de hoy y conozca las nuevas pobrezas, dificultades y situaciones que viven los hombres y mujeres del 2009, para iluminar su camino con lenguaje actual y presentar a Dios como historia de salvación y liberación.

7 ¿Cree que la comunidad parroquial, vive y celebra sus eucaristías teniendo en cuenta a los niños?
Pues hay de todo. Algunas eucaristías de niños son tan fantásticas que producen un encuentro con Dios profundo a toda la familia, porque buscan signos, símbolos y palabras que hagan entendible la celebración y los textos y la vivencia festiva de la misa, como algo atractivo, cercano, profundo y familiar. Pero también, desgraciadamente, hay otras celebraciones de niños que resultan aburridas porque el lenguaje litúrgico es demasiado serio, las posturas y gestos son de adultos y no se cuida el clima y los signos, para hacerlos entendibles a los niños a los que se pretende ir inoculando la presencia de Dios en su vida, para que les dure para toda su historia personal. Creo que, a veces, desaprovechamos oportunidades “sagradas” que la vida parroquial nos presenta, para hacer llegar el mensaje de Jesús a muchas personas y se lo transmitimos gris, aburrido, monótono, rígido y sin pasión, en una celebración sosa, incolora, inodora e insípida, en vez de aprovechar que tenemos delante a un montón de gente para intentar que se encuentren con el Señor que ha venido para que tengamos vida y Vida en abundancia.

8 ¿Vivimos en una sociedad laica, religión en las escuelas si o no?
No entro en el debate. Simplemente creo que la religión hay que transmitirla en la familia, en la parroquia, en los grupos, con unas buenas catequesis y ofertas de formación para que los cristianos sean gente adulta, que sabe en qué cree y experimenta la presencia liberadora de Dios en su historia personal. Y, luego, que sea nuestra manera de vivir lo que haga atractivo a los demás el Espíritu que nos dinamiza y facilita la vida. Que, como decía Jesús, en eso debería conocer que somos su gente, en cómo amamos…

9 ¿Si la religión es competencia de las familias y la comunidad parroquia, estamos preparados para llevar acabo esta misión?
Pues unos más y otros menos, pero uno se va haciendo cristiano con los años, creciendo en la fe, en el amor a los demás y en la relación con Dios. Y para eso necesita una comunidad en la que comparta la vida, la fe y el compromiso y que la parroquia sea la comunidad de comunidades, y un espacio abierto a los creyentes y a los que tienen otros dioses, donde todo el que llegue se pueda encontrar bien, con gente que ama, respeta, es ecuménica, tolerante, alegre, festiva, solidaria y constructora del reino de Dios, ese mundo más humano y fraterno que es obra de todos, creyentes y no. Tenemos que ser buenos compañeros de camino de todos los seres humanos de la tierra, crean en lo que crean y sean de la nacionalidad que sean.

10 ¿Puede que la catequesis de hoy tenga mucha teoría y le falte testimonio?
Yo creo que la experiencia de Dios la contagia el que la vive, no el que tiene muchos conocimientos teológicos. Igual que la enfermedad no la contagia el médico más sabio sino el que tiene dentro el virus; la fe la transmite el que vive una historia de relación con Dios que le dinamiza por dentro y le envía a los hermanos. Esa persona que ama al estilo de Jesús, alegre, actual, viva y profunda, será un estímulo para los que le rodean y contagiará su fe mucho mejor que el teórico que sabe todo sobre Dios, pero que al no hacerlo vida, se le queda en discurso vacío de contenido.

11 ¿Cual seria la catequesis ideal?
El catequista ideal sería una persona absolutamente normal, terrícola, feliz, intensa en su vivir, alegre, universal, optimista, ecuménica, sensible, empática, comprometida y solidaria, que vive una historia de relación con Dios que le dinamiza, fortalece, descansa y le lanza a los hermanos a contárselo.

12 ¿Hoy en casi todo esta en crisis, está también la fe en crisis?
Cuando yo era joven todos éramos católicos… Hoy hay menos, pero algunos más auténticos, son personas que se sienten llamados por Dios a vivir en El y les llena la vida de sentido y de misión. Los cristianos de mi comunidad, de mi parroquia, de mi entorno, no están en crisis, están más fuertes que nunca. Pero los que tenían una fe infantil, solo de ritos vacíos de sentido, esos la han abandonado, porque no les aportaba nada positivo a sus vidas. Igual tenemos la responsabilidad de contarles que lo de Dios no es un rollo que te estropea la vida, sino una historia apasionante de Amor que te llena la vida de sentido y de misión.

13 ¿Que modelo de Iglesia y familia, necesita la sociedad de hoy?
Yo creo que hace falta que seamos gente normal, actual, alegre y dinámica, austera, justa y comprometida, que dinamizada por Dios trabaja por construir un mundo fraterno y celebra y comparte su fe con otros hermanos, para ser cada día más persona, más libre y más al estilo de Jesús.

14 ¿Vivimos en una sociedad pluralista, cual a de ser la postura del cristiano ante las otras religiones con la que convivimos?
Es importante que tengamos una postura de respeto, diálogo y cercanía, porque creo que a Dios lo que le importa son todos sus hijos de la tierra, le llamen como le llamen.

15 ¿Dentro de esta sociedad en crisis, desorientada y sin rumbo, que consejo optimista y esperanzador nos daría?
Que DIOS NOS HA SOÑADO, A TODOS, FELICES Y PLENOS y que no perdamos tiempo en buscar discrepancias (religiosas, políticas, sociales, familiares o personales), sino que celebremos juntos las coincidencias y, disfrutando, construyamos entre todos un mundo en el que todo el mundo viva bien. Y que contemos con el impulso de Dios que tiene más interés en nuestra plenitud, que nosotros mismos.

Toni Olives




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